A Liam le encanta el baloncesto, y tiene un sueño. ¿Tú también tienes alguno? A veces los sueños se hacen realidad…
Un cuento de baloncesto: la leyenda de El Botón Sánchez
Ni el mismo sabía por qué le llamaban así. Cuando alguien quería enterarse de dónde provenía su apodo él, hermético, encogía los hombros, miraba para otro lado y murmuraba: algún me lo pondría en un partido. Tímido, retraído, gastaba su tiempo en tres cosas: escuchar heavy, jugar al baloncesto y desvivirse por la Sole, su madre