Fachadas onduladas, musas que nos llaman desde las paredes, espectaculares cubiertas brillantes bajo el sol, farolas, bancos, puertas, parques y monumentos increíblemente bonitos embellecen la ciudad del 1900. En Barcelona: 50 maravillas del modernismo el lector se paseará desde la Sagrada Família y el Park Güell hasta casas particulares como la Pedrera, el palacio Güell o las casas Batlló y Amatller, pasando por fábricas, hospitales, iglesias y escuelas que modernizaron la capital de Cataluña, fusionando belleza y funcionalidad. En el siglo XXI Barcelona todavía es modernista, llena de símbolos identitarios que encontraréis descritos en los textos de Tate Cabré y recogidos en las magníficas fotografías de Miquel Badia.