La baraja de los cabezudos. El juego del loco
Los cabezudos ya tienen juego propio. Una baraja en la que ellos son los protagonistas, acompañados de otros personajes tan carismáticos como el Tragachicos, el Caballito y dos individuos de nueva creación: el Loco Bueno y el Loco Malo.
Esta baraja cabezuda está formada por 47 naipes: 11 x 4 palos —látigos, alpargatas, cachirulos y tamboriles— y 3 comodines. En ellos, nuestros queridos personajes salen muy guapos y divertidos, gracias a las ilustraciones espectaculares de Miguel Ángel Monreal, y aportan carisma y diversión al que hemos bautizado como el Juego del Loco, una variante del tradicional juego de la guerra, al que todos hemos jugado alguna vez con nuestros padres y abuelos. Además, la baraja se puede utilizar también para otras partidas habituales, como el memory, el siete y medio, la carta más alta e, incluso, una versión cabezuda del guiñote.
Al Juego del Loco pueden jugar niños desde muy temprana edad, con o sin ayuda de los papis, y adultos de toda condición. Son partidas ágiles, dinámicas y llenas de diversión y emoción, en las que el azar, el acierto y el instinto son las claves para alcanzar la victoria.